Con motivo de la celebración del Día Mundial del Dietista-Nutricionista el próximo 24 de noviembre (#DMDN #QuéesunDN), muchos compañeros de profesión estamos explicando desde nuestros respectivos blogs qué es un dietista-nutricionista y de qué manera este profesional sanitario está contribuyendo a mejorar la salud desde diferentes ámbitos de trabajo. Presentación de la campaña aquí: www.diamundialdietistanutricionista.org
La visión que muchas personas tienen de un dietista-nutricionista suele reducirse a menudo a la del “dietista que hace dietas” para la pérdida de peso, pero ésta es solamente una de las muchas competencias que tiene un dietista-nutricionista que desarrolla su profesión dentro del ámbito clínico. Además de ese, existen otros muchos sectores en los que podemos desarrollar nuestra profesión. Los más importantes serían los siguientes:
- Dietista-Nutricionista en el ámbito comunitario o de la Salud Pública. Actúa sobre la población en general, desarrollando y participando en estudios, guías alimentarias, cursos de formación, programas de intervención y de políticas alimentarias.
- Dietista-Nutricionsta en el ámbito de la restauración colectiva. Participa en todo el proceso de gestión y organización de servicios de alimentación en comunidades: empresas, guarderías, colegios, hospitales, residencias de la tercera edad, etc.
- Funciones del Dietista-Nutricionista en la industria alimentaria. Asesora en temas de composición nutricional y coopera con los departamentos de marketing y de I+D+I (innovación de nuevos productos).
- Dietista-Nutricionista docente. Actúa como formador en centros públicos y privados en los que se imparten conocimientos sobre alimentación, nutrición y salud.
- Dietista-Nutricionista investigador. Integrado en equipos multidisciplinares participa en la investigación en áreas de alimentación, nutrición y salud.
Quizás una de las figuras más conocidas y también una de las que más intrusismo profesional padece es la del nutricionista deportivo. En el creciente sector del fitness casi cualquiera parece capacitado para dar consejos sobre alimentación, y lo que es más grave, recomendar suplementos dietéticos de dudosa utilidad o seguridad. La nutrición pediátrica es también un campo en el que poco a poco nos empezamos a hacer un hueco, debido en parte a la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil en España (41% en 2015), así como de alergias e intolerancias alimentarias a muy temprana edad.
Tienes mucha más información al respecto en este documento de consenso sobre el perfil de las competencias del titulado universitario en Nutrición Humana y Dietética.

El DIETISTA-NUTRICIONISTA COMO DIVULGADOR
También es importante destacar la labor de divulgación que muchos profesionales realizan. Desde blogs personales, redes sociales, webs y medios de comunicación de diferente índole y repercusión son muchos los dietistas-nutricionistas que se esfuerzan por divulgar conocimientos sobre nutrición y salud mediante la creación de contenidos de calidad. En la mayoría de ocasiones es una tarea que se realiza sin ningún tipo de contraprestación a cambio, sin embargo, ayuda a poner el contrapunto a la gran cantidad de desinformación que impera en torno a todo lo que tiene que ver con la alimentación y la salud, especialmente en el mundo digital.
Hay que tener presente que la nutrición es una ciencia, y por tanto su práctica se basa en la evidencia científica actual, mientras que la dietética es la disciplina que transforma los conocimientos sobre nutrición en menús saludables, adaptados a las necesidades fisiológicas y gustos personales. Por tanto, un dietista-nutricionista es aquel que difunde información, aconseja, pauta dietas y basa su trabajo en la evidencia científica actual, algo que nada tiene que ver con las modas o intereses comerciales.
El DIETISTA-NUTRICIONISTA EN EL ÁMBITO CLÍNICO Y HOSPITALARIO.
Según la European Federation of the Associations of Dietitians (EFAD): «El dietista es una persona cualificada y legalmente reconocida para poder aconsejar una buena alimentación, tanto para grupos de personas o de individuos en buen estado de salud, como de los que necesitan un régimen terapéutico». Se podría ampliar añadiendo: teniendo en cuenta las preferencias personales, socioeconómicas, religiosas y culturales.

Dentro del ámbito clínico, en el que suelo desarrollar mi trabajo, no todo es elaborar dietas para el tratamiento del sobrepeso y de la obesidad. Existe un gran número de patologías que tienen como causa principal una mala alimentación, o bien otras que precisan de cambios dietéticos adecuados para mejorar la sintomatología y la calidad de vida.
Hablamos de patologías tan variadas y actuales como las alergias e intolerancias alimentarias, la diabetes, el síndrome metabólico, la enfermedad inflamatoria intestinal, el síndrome del intestino irritable, la disbiosis intestinal, el hígado graso no alcohólico, el reflujo gastroesofágico, diferentes tipos de artritis y un largo etcétera de afecciones que merecen atención especializada desde del consejo y la planificación dietética.
Uno de los principales objetivos del dietista-nutricionista es el de trabajar con sus pacientes y dentro de su comunidad en la prevención de las enfermedades no transmisibles (ENT), es decir, aquellas de carácter crónico y que suelen requerir de un tratamiento (farmacológico) de larga duración. El patrón alimentario de una persona juega un papel clave a la hora de incrementar o reducir el riesgo de padecer este tipo de afecciones, que por otro lado son la principal causa de muerte en nuestro país.

Enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer, gota, osteoporosis, insuficiencia renal, y otras muchas; además de la obesidad que contribuye en gran medida a la aparición de las ya mencionadas, son en un alto grado prevenibles mediante unos adecuados hábitos dietéticos.
Dentro del ámbito clínico existen más herramientas, además de la dietoterapia, que pueden ser utilizadas para mejorar la alimentación de una persona. Uno de los retos al que nos enfrentamos los dietistas-nutricionistas en consulta es el de conseguir involucrar a pacientes y clientes en la mejora de sus hábitos alimentarios, más allá de seguir una dieta temporalmente. Facilitar el empoderamiento personal es el camino más seguro para la mejora del estado de salud, existiendo múltiples herramientas para ello, sin embargo, suele ser el camino más largo y difícil, también para el profesional de la salud que trata de fomentarlo.
EL DIETISTA-NUTRICIONISTA EN HOSPITALES. UN PROFESIONAL DESAPROVECHADO.

Dentro del ámbito hospitalario la figura del dietista-nutricionista cobra una vital importancia, pudiendo desarrollar su trabajo tanto en unidades de hospitalización como en consultas externas y de atención primaria. En las unidades de hospitalización la valoración del estado nutricional de los pacientes es clave, así como el desarrollo de planes de intervención personalizados en base a las necesidades nutricionales y la patología. Por desgracia, la presencia de dietistas-nutricionistas en el Sistema Nacional de salud es algo casi anecdótico a día de hoy. En España uno de cada cuatro pacientes hospitalizados está en riesgo de desnutrición o desnutrido.
Es un tema latente el de la ausencia de dietistas en la Sanidad Pública, ya que supondría un beneficio en términos de salud para los ciudadanos si pudiesen acceder a este tipo de profesional sanitario. Además, tendría una repercusión positiva en el gasto sanitario, al generar un ahorro para el sistema y por tanto para los contribuyentes.
Siendo la alimentación algo tan determinante para la salud y el dietista-nutricionista el profesional sanitario especializado, ¿por qué no está en la Sanidad Pública? Es una pregunta difícil de contestar, pero lo que es seguro es que el intrusismo profesional es una de las razones más importantes. Un intrusismo realizado tanto por personas sin formación en salud como por otros profesionales sanitarios y médicos.
EL INTRUSISMO SANITARIO: ESTAFA Y PELIGRO PARA LA SALUD
Un dietista-nutricionista es un profesional sanitario que debe de estar en posesión del título universitario de diplomado (o graduado) en Nutrición Humana y Dietética. En este sentido, comprobar que un profesional que ejerce en consulta posee el número de colegiado correspondiente es una garantía.
La ley 44/2003 de 21 de noviembre sobre ordenación de las profesiones sanitarias define a los dietistas-nutricionistas como los titulados universitarios competentes profesionalmente que, “desarrollan actividades orientadas a la alimentación de la persona o de grupos de personas, adecuadas a las necesidades fisiológicas y, en su caso, patológicas de las mismas, y de acuerdo con los principios de prevención y salud pública”.

¿QUÉ NO ES UN DIETISTA-NUTRICIONISTA?
Para explicar que es un dietista-nutricionista desde un punto de vista práctico creo que sería muy útil dar pistas que nos ayuden a saber cuando estamos frente a alguien que no lo es, con el fin de evitar caer en manos de personas a las que les importa muy poco nuestra salud y no tienen mayor interés que el puramente mercantil. Un dietista-nutricionista no es quien:
- Te entrega una dieta de “cajón” al instante sin haber realizado una historia clínica y dietética y sin haber valorado tus necesidades nutricionales y preferencias personales.
- No basa sus recomendaciones y pautas dietéticas en alimentos que podemos encontrar en cualquier supermercado.
- Se autodenomina “experto en nutrición”, “coach nutricional” o términos similares, sin estar en posesión del título que habilita para ejercer.
- Fundamenta sus recomendaciones en premisas como el “a mí me funciona”, o en experiencias personales de auto sanación o mejora de la salud.
- Condiciona la consulta (inicialmente “gratis”) a la compra de productos o suplementos.
Un Dietista-Nutricionista tampoco es aquel profesional sanitario o médico que aun prescribiendo dietas de diverso origen no está en posesión del título de Dietista-Nutricionista.
Conclusión
Si crees que necesitas introducir cualquier cambio importante en tu alimentación por motivos de salud o de otra índole acude a un dietista-nutricionista colegiado. Hoy en día existen muchas fuentes de información disponibles en asuntos de nutrición y salud, pero detectar cuál es fiable resulta complejo, y mucho más saber si se ajustará a tus necesidades y objetivos. Con un profesional cualificado te ahorraras dinero y tu salud no correrá riesgos.
Si los médicos de hoy no se convierten en los nutricionistas de mañana, los nutricionistas de hoy serán los médicos del mañana».
Alexis Carrel, premio Nobel de Medicina en 1912